J. League Division 1 2005, o el final más disputado de la historia (3ra parte)

La temporada 2005 fue una completa locura, la más recordada: así la revisitamos en tres partes. Esta es la segunda de esa extraordinaria temporada (aquí podéis leer la primera y aquí la seconda).


La previa

Todos los cinco equipos que llegaban con posibilidad de ganar la liga tenían que jugar su partido final contra equipos que no disputaban absolutamente nada: Cerezo recibía de local a FC Tokyo (puesto 10), Gamba Osaka visitaba a Kawasaki Frontale (puesto 6), Urawa Reds visitaba a Albirex Niigata (puesto 12), Kashima Antlers recibía a Kashiwa Reysol (puesto 16 asegurado), y JEF United recibía a Nagoya Grampus (puesto 14).

A diferencia de lo que se podría llegar a pensar, Cerezo Osaka, líder en ese entonces, no tenía las cosas tan sencillas debido a su pobre diferencia de gol (+8): ganar era obligatorio, ya que un empate o derrota implicaba esperar que ninguno de sus rivales consiguiera la victoria. Gamba Osaka tenía que romper su pésima racha de 3 derrotas seguidas: ganar y esperar un tropiezo de su rival prefectural, o empatar y esperar lo mismo de todos sus rivales.

Urawa Reds, Kashima Antlers (que no conocía la victoria desde la fecha 28), y JEF United tenían que ganar sí o sí para poder soñar con el título; Urawa partía con ventaja gracias a su diferencia de gol (+24), que en caso de empate con Kashima (+18 de diferencia de gol) y JEF (+13 de diferencia de gol), y tropiezo de los equipos de Osaka, le ayudaría a ser campeón. 

La gran definición

El sábado 3 de diciembre, pasadas las 2 de la tarde de Japón, dio inicio la última fecha del campeonato, con todos los encuentros en simultáneo.

Los candidatos no perdieron el tiempo para asegurar (o aumentar) sus posibilidades. Primero se adelantó Cerezo Osaka cuando en el minuto 3 Akinori Nishizawa aprovechó un centro de Kiyokazu Kudo para cabecear a gol. Un minuto después Satoshi Horinouchi anotó el primer gol de Urawa aprovechando la floja respuesta del portero rival frente a un tiro libre de Ponté.

Tres minutos después Alex Mineiro dejó a Takuya Nozawa en solitario para que convirtiera el primer gol de Kashima Antlers. Cinco minutos después Araújo, luego de una bella pared con Fernandinho, anotó un golazo desde fuera del área para aventajar a Gamba Osaka. No hubo tiempo de respirar, porque instantes después Robson Ponté aumentó la ventaja de Urawa Reds al complicar nuevamente al portero del Albirex con un tiro libre que llevaba mucho efecto.

El frenesí continuó, pero esta vez generando cambios en la tabla. La alegría en el Estadio Nagai se apagó en el minuto 20 cuando FC Tokyo inició una contra sin mucha resistencia; Norio Suzuki recibió solo en la banda izquierda y batió a Motohiro Yoshida con un disparo cruzado. Gamba estaba siendo campeón con este resultado. Desafortunadamente la alegría en el Todoroki duró poco más de un cuarto hora, ¿por qué?

En el minuto 36, Cerezo recibió del cielo la oportunidad de ser líder nuevamente. Y digo que fue del cielo porque el árbitro Toru Kamikawa señaló un penal bastante dudoso sobre Tatsuya Furuhashi. En medio de los reclamos y “preparativos” para la ejecución de la pena máxima, Shuhei Terada le anotaba un gol de cabeza a Gamba Osaka después de un córner, nivelando el marcador en el Todoroki.

Un minuto después, Yoichi Doi, portero del FC Tokyo, atajó el penal cobrado por Zé Carlos. Con estos resultados Urawa Reds era campeón de liga gracias a su diferencia de gol. Solamente hubo una novedad más antes del entretiempo: Alex Mineiro anotó, con un disparo desde fuera del área, el 2-0 para Kashima Antlers.

Finalizados los primeros 45 minutos, Urawa Reds era campeón con 59 puntos y +26 de diferencia, seguido con el mismo puntaje por Kashima Antlers (+20) y Cerezo Osaka (+8). Gamba Osaka cayó al cuarto lugar después del gol de Terada, con 58 puntos (+22). Mientras tanto, JEF United se estancaba en el quinto lugar, incapaz de romper 0-0 contra Nagoya Grampus, lamentando una inmejorable ocasión desperdiciada por Yuto Sato.

Tres minutos después de iniciada la segunda mitad, Zé Carlos buscó revancha por medio de una acción individual, la cual terminó con su disparo bloqueado por la defensa tokiota; afortunadamente para la causa de Cerezo Osaka, el desvío cayó justo en los pies de Nishizawa, quien no dudó y remató cruzado para anotar el 2-1 que impulsaba a los locales hacia el campeonato.

Kashima, Gamba y Urawa respondieron rápidamente al gol de Nishizawa. Primero llegó el golazo de volea de Takuya Nozawa, tras un pase exquisito de Mitsuo Ogasawara, en el minuto 53. Tres minutos después Tsuneyasu Miyamoto volvía a adelantar a Gamba Osaka con un gran cabezazo. La acción siguió cuando cuatro minutos después Urawa certificó su goleada gracias a un taconazo de Marić en el minuto 60.

Hubo nuevamente razones para la esperanza en el caso de los aficionados Reds cuando, a los dos minutos del 0-3 de Marić, Hiroyuki Taniguchi anotó el 2-2 para Kawasaki Frontale en otra jugada de pelota parada. Las miradas se volcaron hacia Osaka con las esperanzas depositadas en el FC Tokyo.

Tras algo más de un cuarto de hora sin novedades, a excepción de una heroica atajada del portero Motohiro Yoshida y un despeje en la línea de Hiroshige Yanagimoto para evitar el 2-2 del FC Tokyo, Gamba Osaka nuevamente tomó la delantera tras convertir Yasuhito Endo, de forma redentora, una pena máxima en el minuto 79. Al mismo tiempo Yasuto Honda -también de penal- ponía el 4-0 para Kashima Antlers y un minuto después Nobuhisa Yamada anotaba el cuarto gol de Urawa Reds gracias a un desvío y la floja respuesta del portero rival.

La sucesión de alegrías se cortó con una desgracia: Ilian Stoyanov y Daisuke Saito fueron madrugados por los delanteros de Nagoya Grampus, quienes aprovecharon la salida desesperada del portero Ryo Kushino para anotar el 0-1 a favor de Nagoya Grampus y empezar a cavar la tumba de las aspiraciones de título del equipo de Ivica Osim.

El nerviosismo aumentó en los fanáticos de Gamba Osaka cuando Fernandinho fue expulsado de forma insólita en el minuto 85. Con uno menos, los de Nishino necesitaban asegurar el triunfo; si Kawasaki Frontale anotaba un tercer gol, los Nerazzurri se despedían de la liga, dejándola en manos de Cerezo Osaka y Urawa Reds. En paralelo, Shinji Kobayashi empezaba a dar instrucciones a todos sus jugadores para plantear un juego de defensa total, con el título de liga a unos pocos minutos.

La tensión existente se rompió de la manera más dramática posible. En el minuto 90, luego de un córner a favor de FC Tokyo y de dos malos rechaces de los jugadores de Cerezo Osaka, Yasuyuki Konno controló con el pecho y de zurda anotó el 2-2. Unos segundos después, tras una buena y paciente jugada por la banda derecha, Araújo anotaba el 2-4 del título para Gamba Osaka y se fundía en abrazos con la afición visitante en el Todoroki.

Poco pudo hacer un Cerezo aturdido en los minutos finales para si quiera atacar de manera efectiva a FC Tokyo. La desgracia aumentó cuando JEF United, que se hallaba en una situación similar tras estar 0-1 abajo, remontó en cuestión de dos minutos (con goles de Yuki Abe y Masataka Sakamoto) durante el agregado para decretar algo insólito: Cerezo Osaka en un par de minutos pasó de ser campeón de liga, a estar en el quinto lugar.

De la gloria al fracaso, y viceversa, solo hay un paso, parece ser.

No hubo tiempo para más y los abrazos y lágrimas se multiplicaron en el Todoroki, reflejando lo significativo del logro para aquella gran generación de jugadores. El escenario contrastó con el de Nagai, en donde también hubo lágrimas de los jugadores y la afición… pero de tristeza y desazón por una auténtica tragedia, que superó con creces a la ocurrida en el 2000 contra Kawasaki Frontale.

Urawa Reds, Kashima Antlers y JEF United, posicionados en el segundo, tercer y cuarto lugar respectivamente, mostraron cierta complacencia con el resultado final: el optimismo de cara al siguiente año reinó.

La otra cara de la moneda: la lucha por no descender

A diferencia de la lucha por el título, la definición del descenso selló, fecha tras fecha, el destino de los implicados hasta que al final sólo quedó un equipo con posibilidades de definir su suerte en la promoción.

FC Tokyo, cuyo rendimiento había sido bastante pobre durante la primera mitad del campeonato, reaccionó en septiembre, manteniendo un invicto que le alejó de cualquier peligro, certificando su salvación tras vencer a Gamba Osaka en la fecha 29. Oita Trinita no se desinfló después de la derrota contra JEF United en casa, y no volvió a perder sino hasta la última fecha; la consolidación en la parte media de la tabla llegó con una goleada de visitante (0-4) contra Sanfrecce en Hiroshima. Clave fue la confianza que le otorgó Pericles Chamusca a Magno Alves, quien rindió a un nivel muy alto, al punto de convertirse en uno de los goleadores del campeonato (18 goles).

Omiya Ardija, Shimizu S-Pulse y Kashiwa Reysol vivieron su duelo particular: Omiya Ardija sufrió, entre septiembre y octubre, siete derrotas consecutivas que lo dejaron en puestos de promoción. Shimizu S-Pulse (29 puntos) cuyo andar a lo largo de la liga había sido siempre irregular, estaba en el puesto 15, apenas un punto por encima de Omiya.

Kashiwa Reysol, equipo que apenas había logrado ganar una vez dos partidos de forma seguida, era decimocuarto, también un punto por encima de Shimizu. En la fecha 29 Kashiwa y Omiya se enfrentaron en el Hitachi Stadium, con victoria del cuadro visitante (1-2) tras remontar el gol tempranero del Rey Sol; recordado será el golazo de vaselina de Chikara Fujimoto para sellar la voltereta. Omiya Ardija ganaría otros 3 partidos para lograr la permanencia, dejando la lucha en manos de Kashiwa y Shimizu S-Pulse.

En la fecha 31, Shimizu, un punto por encima y en el puesto 15, y el Rey Sol se enfrentaron en un duelo directo que nuevamente acogió el Hitachi Stadium; el local tenía una nueva oportunidad de salir de la zona roja. Por desgracia para el equipo de la prefectura de Chiba, el script fue similar al partido contra Omiya Ardija, con Reinaldo adelantando a Kashiwa Reysol en el primer minuto de partido, para después sufrir la remontada -tardía- del visitante.

Marquinhos empató en el 76 y en el 89 Choi Tae-uk le dio el triunfo al S-Pa. Tres días después, un gol agónico de Marquinhos contra Vissel Kobe en el Nihondaira sentenció a Kashiwa Reysol (incapaz de pasar del empate en Hiroshima) a luchar por mantener su plaza de promoción contra Tokyo Verdy.

Tokyo Verdy visitó el Hitachi Stadium con la obligación de ganar para seguir con vida en la última fecha y evitar el primer descenso de su historia. Con Vadão a cargo todo pareció mejorar en un principio, especialmente con los dos triunfos seguidos contra Shimizu S-Pulse y Kashima Antlers en el mes de agosto.

No obstante, todo fue una mera ilusión, y Verdy fue incapaz de cosechar más resultados significativos en su lucha por recortar distancias respecto a sus rivales directos, perdiendo muchas veces y acumulando esporádicos -y frustrantes- empates. El histórico equipo tenía la necesidad de ganar sus últimos dos partidos para tener una chance más de soñar con la salvación.

La tercera fue la vencida para Kashiwa Reysol en cuanto a duelos directos por evitar el descenso: tras terminar 1-1 en el descanso, los locales se fueron con todo al ataque y anotaron 4 goles más. Tokyo Verdy descendió por primera vez como equipo profesional, mientras que Kashiwa Reysol aseguró su presencia en la promoción contra el tercer clasificado de la J. League Division 2.

El último lugar de la tabla lo siguió ocupando un Vissel Kobe que nunca dio señales de recuperación: los fichajes de Martin Müller e Ivo Ulich, quienes se sumaron a Pavel Horvath, conformaron una inoperante legión checa. El equipo de la ciudad de Kobe terminó de honrar el estreno de su nueva imagen (equipación y escudo) con la confirmación de su descenso en la fecha 31.

La última gran emoción: J. league Promotion/Relegation series 2005

El rival que se enfrentó a Kashiwa Reysol en la promoción por el descenso fue Ventforet Kofu, un club que años atrás era el peor equipo del fútbol profesional en Japón; un voto de diferencia en una sesión del Concejo de la ciudad de Kofu evitó su temprana desaparición. Esta salvación institucional fue un punto de inflexión y Ventforet enderezó su camino hasta que en 2005 terminó en tercer lugar gracias a victorias épicas contra Consadole Sapporo y Kyoto Purple Sanga.

La serie entre Kashiwa Reysol y Ventforet Kofu inició en el Kose Sports Park Stadium, con los visitantes adelantándose rápidamente. Sin embargo, Reysol siguió con su malsana costumbre de dejar escapar resultados, y el local remontó con goles de Kazuki Kuranuki y el espigado delantero brasileño Baré. Un 2-1 que no aseguraba absolutamente nada y mantenía la batuta de favorito del Rey Sol.

Tres días después, el 11 de diciembre de 2005, en un Hitachi Stadium lleno, Ventforet Kofu concretó una historia de película gracias a Baré, quien, en una de las actuaciones individuales más avasalladoras de la historia de la J. League, anotó 6 goles. El otrora peor equipo del profesionalismo vapuleó a Kashiwa Reysol 2-6, sellando con honores el pasaporte de entrada a segunda división (por primera vez en su historia profesional) del equipo de la prefectura de Chiba.

Solo así debía terminar una grandísima temporada de liga en Japón.

¡Hasta la próxima J. League Division 1!

Lo impredecible de la J. League Division 1 del 2005 se reflejó en los premios otorgados a fin de año. El XI ideal fue variopinto, conformado por Yoshida (Cerezo); Stoyanov (JEF), Túlio (Urawa), Nakazawa (Yokohama F. Marinos); Ogasawara (Kashima), Abe (JEF), Fernandinho (Gamba), Endo (Gamba), Furuhashi (Cerezo); Araújo (Gamba) y Sato (Sanfrecce).

Araújo se llevó los premios de MVP del año y de goleador del campeonato (33 goles). Por otro lado, Robert Cullen (Júbilo Iwata) fue reconocido como el Jugador Joven del Año. Akira Nishino fue merecidamente elegido Entrenador del Año.

Epílogo: Copa del Emperador 2005

Una semana después de la finalización de la J. League Division 1 2005, 16 de los 18 equipos de primera división tenían que seguir compitiendo, pero esta vez en la Quinta Ronda de la prestigiosa e histórica Copa del Emperador.

De los equipos que lucharon hasta el final por la liga, solamente Cerezo Osaka y Urawa Reds consiguieron acceder a las semifinales. El equipo de Shinji Kobayashi prefirió no esperar hasta el 2006 para redimir su tragedia de Nagai y superó con autoridad a JEF United (2-5) y a Gamba Osaka (3-1) para acceder a semifinales. Urawa Reds no tuvo mayores dificultades y venció 2-0 tanto a FC Tokyo como a Kawasaki Frontale. En semifinales esperaban Shimizu S-Pulse, que había vencido de manera épica a su eterno rival Júbilo Iwata, y Omiya Ardija, que llegó a semifinales tras vencer 0-1 a Kashima Antlers en Ibaraki.

Shimizu S-Pulse siguió con la épica y ante su gente se clasificó a la final con un gol en la prórroga de Cho Jae-jin, el cual dejó sin redención a Cerezo Osaka. No fue así el destino de Urawa Reds, que ganó 2-4 en un partidazo que tuvo que irse a la prórroga antes de ser desnivelado por Yamada y Makoto Hasebe.

En el día de año nuevo de 2006, como era (y ha sido) costumbre, se disputó la final de la Copa del Emperador. Conscientes de la posibilidad de ganar su segundo título en el profesionalismo, Urawa se adelantó en el minuto 40 con gol de cabeza de Horinouchi. En el segundo tiempo, Ponté, Hasebe y Takafumi Akahoshi armaron una espléndida jugada colectiva que finalizó Marić en el minuto 73 para el 2-0. A pesar del rápido descuento de Shimizu S-Pulse, Urawa Red Diamonds sostuvo su triunfo y logró su primer título de Copa del Emperador bajo su denominación como equipo profesional. El título fue un gran cierre de temporada para el equipo de Guido Buchwald; la tarea y obsesión pasaba a ser la liga.

Los protagonistas del año debían mirar hacia la pretemporada que se avecinaba para reforzarse futbolísticamente y fortalecerse mentalmente tras la montaña rusa de emociones que sufrieron durante la temporada. Mantenerse en la cima, mejorar lo conseguido, aprender de los errores, o volver al escena como protagonistas, todos típicos objetivos que, no obstante, tras el final más disputado de la historia debieron sufrir algunas modificaciones; el nuevo sistema de liga mostró que las reglas para competir cambiaron, y que no todos estuvieron preparados para afrontarlas.

Será en la crónica del 2006 en donde se sabrá el modo en el que los equipos canalizaron sus estados de ánimos y respondieron a los retos particulares que dejaron sus respectivos análisis de la temporada 2005. Por ahora solo queda ‘despedirse’ y dejar atrás, en el proceso de escritura, un año que fue, con toda seguridad, maravilloso desde todo punto de vista futbolístico.


¡Esta era la tercera parte! Podemos solo agradecer Jaime por esta retrospectiva sobre una temporada loca y unica. ¡Muchas gracias por vuestro apoyo!

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